Ensenada, B.C., 17 de noviembre de 2017.- Bajo la premisa de un aumento desmedido de la violencia en contra de las mujeres en el país, esta mañana se ofreció la segunda parte del taller “Ninguna más, nunca jamás”,
El regidor Orlando Toscano Montaño señaló que esta serie de conferencias tratan de que crear conciencia del riesgo al que están expuestas las mujeres y evitar que sufran algún tipo de violencia.
Ante regidoras, empleadas, funcionarias y mujeres en general, la psicóloga Magdalena Rojo Félix abordó en esta ocasión el tema de la violencia emocional ó psicológica, las características de las víctimas y el perfil psicológico de las personas que tienden a violentar a sus parejas.
Comentó que este tipo de agresiones que físicamente no se notan, es la forma más sutil y tienden a provocar daño a las víctimas y crear desestabilización afectiva, se da igual que las otras formas de violencia, en todos los extractos sociales, laborales y familiares.
Las mujeres que la padecen tienden a ser pre-depresivas y provienen de crianzas rígidas, le temen al vacío existencial (al aislamiento) y presentan deficiencias de fortaleza admirando a los hombres de fuerte carácter.
Agregó que las víctimas de carácter sumiso creen ser la causa de la molestia de sus parejas y se ven obligadas a cortar las relaciones con sus amistades.
En esta parte la psicóloga recomendó a las mujeres que presentan dicha característica, trabajar en su autoestima y revalorizarse. Cuando se supera este cuadro las mujeres se vuelven “hipervigilantes” de sus futuras relaciones por temor de volver a caer en lo mismo.
Los agresores son por lo regular del tipo perversoparanoicos, capaces de llegar a utilizar la fuerza y pueden llegar a ser acosadores agresivos; son narcisistas, megalómanos y seductores que se aferran a las víctimas porque siempre necesitan nutrirse de esa actitud enfermiza que los caracteriza.
Los violentos obligan a sus parejas a tener sexo sin su consentimiento, a vestirse como ellos quieren, les dicen cómo actuar y qué amistades deben tener, para ello se valen de amenazas o les dejan de hablar como medida de presión, pero pueden llegar al maltrato físico.
Cuando ellas trabajan les controlan el dinero, todo esto para humillarlas y rebajar aún más su autoestima. Las mujeres más débiles, incapaces de soportar esa pesada carga emocional pueden llegar inclusive al suicidio.
La violencia contra la mujer representa en la sociedad actual un grave problema de salud y de violación a los derechos humanos, concluyó la psicóloga Rojo Félix.
