Las encuestadoras que erraron a favor de EPN en 2012 ponen a AMLO arriba hoy, al arranque del 2018

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Efrén Flores

#ANUARIO2017 | México cierra 2017 con una tendencia preelectoral de cara a las elecciones presidenciales de 2018, en el que según las encuestas, Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena, ganarán con holgura los comicios. El promedio de los ejercicios demoscópicos de diversas casas encuestadoras dan la victoria a AMLO por al menos 9.71 puntos porcentuales –margen muy superior al de las tres últimas elecciones presidenciales–.

Sin embargo, algunas de esas encuestadoras que hoy anticipan la victoria del político tabasqueño, tienen un pasado gris. Durante los comicios de 2006 y de 2012, muchas erraron en sus resultados. Por ejemplo, cuando en 2012 Enrique Peña Nieto se convirtió en Presidente con un margen de victoria de 6.5 puntos porcentuales sobre AMLO, las encuestas indicaron que ganaría por entre 11 y más de 20 puntos, a según.

© SinEmbargo elecciones_01

Ciudad de México, 17 de diciembre (SinEmbargo).– Andrés Manuel López Obrador (AMLO), líder nacional y candidato presidencial del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), sería el indiscutible ganador de las elecciones presidenciales del 1 de julio de 2018, refieren las encuestas más recientes sobre preferencias electorales.

El promedio de resultados de los ejercicios demoscópicos de Buendía & Laredo, Consulta Mitofsky, Grupo Reforma, el Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE), además de una atribuida a la Presidencia de la República, plantea que el tabasqueño saldrá victorioso con al menos 9.71 puntos porcentuales de ventaja sobre su opositor más cercano.

© Proporcionado por Sin Embargo

Estos márgenes de victoria son superiores a los de las tres últimas elecciones presidenciales: en 2000, Vicente Fox Quesada salió victorioso con 6.48 puntos porcentuales de diferencia; en 2006, Felipe Calderón Hinojosa ganó por menos de un punto porcentual; y en 2012, Enrique Peña Nieto (EPN) se hizo Presidente con poco menos de siete puntos porcentuales de ventaja.

«No obstante, como apunta la maestra María Teresa Garduño Suárez, especialista en marketing político de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, las encuestas –por lo general– son contratadas para medir dos tendencias: el nivel de conocimiento de los encuestados acerca de un determinado tema; y el nivel de intención de votos en un momento específico. Por eso, dijo a SinEmbargo, no reflejan la realidad electoral, porque “lo que hoy puede ser un resultado, mañana, ante un nuevo contexto, puede ser otro”.

La experiencia de 2012, cuando varias de las más prestigiadas casas encuestadoras de México obtuvieron porcentajes con amplio grado de error sistemático, nos recordó esto: que las encuestas preelectorales sólo dibujan tendencias o fotografías de un momento -sin vaticinar el resultado final-. Por esas fechas, los ejercicios demoscópicos anticiparon que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganaría por entre 11 y más de 20 puntos porcentuales –lo que no sucedió–.

“Crisis realmente grave”, fueron las palabras de entonces de la periodista Denise Maerker para Roy Campos Esquerra, presidente de Consulta Mitofsky. Las encuestadoras se equivocaron por mucho y “no hay justificación que valga el fallo”, dijo Ciro Gómez Leyva al pedir disculpas a sus televidentes y lectores. Después de todo, comentó al aire, habían fallado en términos de precisión informativa.

© Proporcionado por Sin Embargo

Andrés Manuel López Obrador va por su tercera contienda electoral rumbo a la Presidencia de México. A 7 meses de las elecciones, la mayoría de las casas encuestadoras lo ponen como líder en preferencias. Foto: Youtube

El año de los comicios en que el partido tricolor regresó a la residencia oficial de Los Pinos [2012], la encuesta de seguimiento Milenio GEA-ISA, por ejemplo, dio a Peña Nieto un margen de victoria de entre 11 y 18 puntos por encima de López Obrador -la diferencia real fue de 6.5 puntos porcentuales-. Grupo Reforma, en su conteo rápido, se equivocó por 20.62 puntos porcentuales -daba empate técnico entre AMLO [PRD] y Josefina Vázquez Mota [PAN], quienes vencían a EPN [PRI]-. Buendía & Laredo erró por 16.31 puntos. Y Mitofsky adelantó que el priista ganaría por 23.3 puntos sobre Vázquez Mota. La lista continúa.

En total, en 2012, 13 encuestadoras hicieron públicas sus estimaciones, refiere un análisis realizado por Francisco Cantú, académico de la Universidad de Houston [Texas]; Verónica Hoyo, profesora de la Universidad de California [San Diego]; y Marco A. Morales, investigador del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Según sus datos, ocho encuestas sobreestimaron a Enrique Peña Nieto, siete subestimaron a López Obrador y tres a Vázquez Mota. No obstante, cinco encuestadoras –Covarrubias, Demotecnia, Grupo Reforma, Mercaei y Votia– no tuvieron sesgos sistemáticos durante la cobertura de campañas, señalan los analistas.

Los datos de Cantú, Hoyo y Morales no sólo refieren errores sistemáticos en 2012, sino también en las elecciones de 2006. El año en que Calderón Hinojosa llegó a la silla presidencial, cuatro de 15 ejercicios demoscópicos lo subestimaron; así como seis de ellos sobreestimaron a Roberto Madrazo Pintado [PRI]. Empero, ese año, nueve encuestadoras –Arcorp, CEO, Covarrubias, Data OPM, El Universal, GEA-ISA, Grupo Reforma, Indemerc Mundial y Marketing Político– no tuvieron sesgos sistemáticos durante las campañas.

Los analistas concuerdan en que las faltas de precisión de estos ejercicios no son novedosas, pues según ellos, se vienen cociendo desde la década de los ochenta y de los noventa, sufriendo altibajos durante todo el proceso hasta llegar a la fecha. Y el problema subyace –como apuntan– en la logística de muestreo y en la metodología utilizada para hacer las mediciones.

Para Garduño Suárez, el problema está, en gran medida, en el tamaño y la calidad de las muestras que las casas encuestadoras utilizan.

“Lo que sucede es que algunas casas encuestadoras no calculan a partir de todo el número de votantes” –y terminan usando muestras insuficientes por reducir costos–. Además, increpan a personas sin credencial de elector; “gente que aunque opine, no va a votar y no va a reflejar una realidad electoral”, explicó a SinEmbargo.

De entre una multiplicidad de factores que “generan variación en el tipo de resultados” de las encuestas, Garduño hizo hincapié en dos –aparte del tamaño de la muestra–: el margen de error y el nivel de confianza. Si la muestra no es adecuada, dijo, el margen de error es mayor y, por tanto, el nivel de confianza será menor.