Tijuana, noviembre 4, 2017.- Mientras que a nivel nacional se han detectado 29.7 millones de personas económicamente activas (PEA) en el sector informal, en Baja California se observa que el 38 por ciento de la PEA está precisamente en la informalidad, informó la Oficial Nacional del Empleo de la OIT, Soledad Aragón.
Lo anterior fue destacado en el desarrollo del “Taller sobre la Recomendación 204 de la OIT a México y Cuba sobre la transición del empleo informal al empleo formal”, organizado por la CROC de Baja California, en coordinación con la representación mexicana de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Al término del taller, donde se integraron varias e interesantes propuestas, se entregaron reconocimientos a los representantes sindicales, patrones y abogados laboralistas que participaron.
La Oficial Nacional de la OIT del Proyecto de Formalización de Empleo, Soledad Aragón Martínez recordó que la Organización Internacional del Trabajo ha celebrado 190 convenios internacionales, y que con México han sido 79, pero aún falta mucho por hacer para cumplir con la Recomendación 204 sobre “trabajo decente”.
El Artículo 2 de la Ley Federal del Trabajo en México dice textualmente:
“Se entiende por trabajo digno o decente aquél en el que se respeta plenamente la dignidad humana del trabajador; no existe discriminación por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales o estado civil; se tiene acceso a la seguridad social y se percibe un salario remunerador; se recibe capacitación continua para el incremento de la productividad con beneficios compartidos, y se cuenta con condiciones óptimas de seguridad e higiene para prevenir riesgos de trabajo”.
“El trabajo digno o decente también incluye el respeto irrestricto a los derechos colectivos de los trabajadores, tales como la libertad de asociación, autonomía, el derecho de huelga y de contratación colectiva”.
“Se tutela la igualdad sustantiva o de hecho de trabajadores y trabajadoras frente al patrón”.
“La igualdad sustantiva es la que se logra eliminando la discriminación contra las mujeres que menoscaba o anula el reconocimiento, goce o ejercicio de sus derechos humanos y las libertades fundamentales en el ámbito laboral”.
“Supone el acceso a las mismas oportunidades, considerando las diferencias biológicas, sociales y culturales de mujeres y hombres”.
Sin embargo, de acuerdo a datos estadísticos del INEGI, la Tasa de Informalidad Laboral del Tipo 1 en nuestro país es del 57.2 por ciento (Baja California está por debajo de la media nacional), y del 52 por ciento la del Tipo 2.
La del Tipo 1 son las personas que laboran en micronegocios no registrados (o sector informal, como vendedores ambulantes y algunas tiendas familiares no registradas en el SAT), y los ocupados por cuenta propia en la agricultura (jornaleros sin prestaciones), o en otras actividades, como boleros, y oficios varios.
La del Tipo 2 son los trabajadores que laboran sin la protección de la seguridad social y cuyos servicios son utilizados por unidades económicas registradas, o sea, por patrones formales que evaden su responsabilidad en el SAT e IMSS respecto de sus empleados.
Un 49.8 por ciento de los hombres económicamente activos se desarrollan en el sector informal y el 56.6 por ciento de las mujeres económicamente activas también están en la informalidad, siendo en términos generales de edades entre 25 a 44 años de edad la mayor parte de ellos, y entre el 44 y 54 por ciento de ellos tienen un bajo nivel educativo, de primaria a secundaria.
El 24 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país se genera entre la Población Económicamente Activa del sector informal.
Por lo anterior fue que le Organización Internacional del Trabajo (OIT) emitió su Recomendación 204 a México y Cuba en junio de 2015, con un triple objetivo: facilitar la transición del empleo informal a la formalidad, la sostenibilidad de las micro, pequeñas y medianas empresas, que son las que soportan la mayor parte de la planta laboral, y prevenir (impedir) que empresas y trabajadores regresen a la informalidad.
Por todo lo anterior, se puede observar y aclarar que no es suficiente el crecimiento económico nacional para generar más empleos formales; “es necesario que las leyes y normas mexicanas incentiven el empleo formal y la productividad, así como el sostenimiento de esas fuentes laborales, en lo cual, por desgracia, la legislación mexicana no ayuda mucho”, concluyó la Oficial de la OIT.
En el taller participaron representantes sindicales de la CROC de todo el estado, abogados laboralistas y empresarios industriales y agrícolas, entre otros, encabezados por la organizadora, Miriam del Sol Merino, así como el dirigente estatal de la CROC, Jorge Escobar Martínez y el dirigente de la CROC en Tijuana, Javier Merino Duarte.
