La Dirección de Catastro Municipal de la administración de Jorge Astiazarán Orci, como del actual gobierno, me dan la razón técnica y legal sobre la propiedad del Lote 34 (4), en la Colonia Altamira y quienes se dicen afectados son los que han pretendido invadir mi predio y se niegan a reconocer los dictámenes de la autoridad.
Así lo aseguró Luis Pérez Saucedo, regidor del Ayuntamiento de Tijuana, en relación a una publicación en medios de la ciudad, promovida por el abogado Alfredo Villanueva, que se dice defensor de la propietaria de los lotes 5 y 6.
Luis Pérez, precisó que él adquirió dicha propiedad en el 2002 al señor Francisco Salazar Berumen, hijo de Ana María Berumen de Hoyos, quien a su vez le compró a Dominga Wigner Franco en 1956.
La controversia se da, cuando en marzo de 2014, Pérez Saucedo se percató de trabajos de movimiento de tierras por camiones de la empresa Contrasa, perteneciente a Raymundo Arnaiz, a petición del Padre José Luis Méndez Dávalos, por lo que solicitó la intervención de inspectores quienes solicitaron la Licencia de Movimiento de Tierra y documentos que ampararan la propiedad y al carecer de estos, se procedió a suspender las obras.
A la semana intentaron reiniciar los trabajos y de nueva cuenta los inspectores suspendieron los movimientos, luego comparecieron en la Delegación de San Antonio de los Buenos, Benjamín Castorena Corella, responsable del Área de Vivienda de la Notaría 16, como propietario del predio 5, pero exhibió documentos de propiedad, incluyendo deslinde catastral a nombre de Eduardo M Navarro Vallejo.
Este abogado comentó que su predio lo había donado al Párroco José Luis Méndez Dávalos, en ese entonces párroco de la iglesia de la Francisco Villa, para que edificara un comedor para las personas de escasos recursos, pero ahora hay una señora de nombre María Guadalupe Eleazer Villegas Mora, que pretende construir una casa habitación.
Luis Pérez, precisó que la confusión nace porque en los documentos presentados por el abogado Benjamín Castorena, el lote 5 se sobrepone al 4 de su propiedad, por lo que se solicitó a la autoridad municipal el deslinde catastral actualizado.
En abril de 2014, volvió a detectar movimientos en el predio por parte de Edgar Hernández, asistente del Padre Méndez, de aproximadamente 25 años acompañado del que dijo su padre, quien se presentó como propietario del lote 5, cuya intención era construir una casa para sus padres, con la autorización del Padre José Luis Méndez.
Pérez Saucedo le informó a Edgar Hernández que había un error técnico y que acudiera a la Delegación Centro, que dio seguimiento al caso, pero se negaron a acudir y en cambio dijo que era muy amigo del director de Catastro, cuando en realidad era una mujer la titular y por teléfono se comunicó con el que dijo ser el Padre Méndez Dávalos, quien por el altavoz que “ya había hablado con el Gobernador y con el Presidente Municipal del asunto”.
Para el mes de julio, después de una minuciosa investigación y análisis de los antecedentes e historial de los archivos de Catastro, determinó que existía un error en el deslinde elaborado por el arquitecto Arnulfo Castillo Ceja, en junio de 2013 y Luis Pérez procedió a entregar copia a Edgar Hernández, para que como asistente del Padre José Luis Méndez, lo enterara.
Recientemente, por instrucciones de Méndez Dávalos, entre octubre y noviembre del año pasado, el ingeniero Raúl González, dueño de la constructora GOAR y asesor del Párroco, contactó a Pérez Saucedo para decirle que estaban enterados del asunto y que el Padre Méndez estaba dispuesto a comprarle al predio; la respuesta fue que la propiedad no estaba en venta.
Para ese entonces, subrayó Luis Pérez, ellos tenían conocimiento del error en el deslinde catastral y aun así el arquitecto Eduardo Hurtado, perito que firmó de responsable para la edificación de la casa habitación, gestionó una licencia de construcción.
A mediados de abril pasado, Andrés Calette, contratista de la obra al ser inquirido quién lo había enviado, respondió que Eduardo Hurtado, a quien buscó Pérez Saucedo y la respuesta fue “que lo arreglara en un juzgado”.
Todo esto indica, asegura Luis Pérez, que están actuando de mala fe, pues saben que tienen una licencia de construcción para el Lote 5, que se sobrepone al 4 de mi propiedad y pasan por alto las resoluciones de la autoridad, con la pretensión de judicializar el tema, donde suponen tienen influencias para perpetrar el despojo.
“Lamentablemente y pese a los dictámenes, Edgar Hernández, ha mantenido una actitud intransigente, que en todo momento la ampara en el apoyo que asegura tener del Padre Méndez Dávalos”.
Puntualizó que es muy penoso que un representante de la Iglesia Católica se ostente como “muy influyente” para pasar por encima de la ley, por lo que llamó a arzobispo de Tijuana, Francisco Moreno Barrón, a que este hecho entre particulares no vaya más allá ni manche a la comunidad católica de la Pérez Saucedo forma parte.
Insistió en que los dictámenes que le dan la razón de julio de 2014 y el más reciente en diciembre de 2016, nada tienen que ver con partidismos o favoritismos, sino con peritajes técnicos que la autoridad de dos administraciones distintas han coincidido en ratificar su dicho.
Dijo que tiene como documentales: contrato de compra-venta, acta de sentencia definitiva, recibos del predial, solicitud de digitalización de documentos de su propiedad, inscripción del inmueble en el Registro Público de la Propiedad, deslinde actualizado y dictámenes de la Dirección de Catastro.
Por último, criticó la actuación del abogado Alfredo Villalobos, quien pretendió entregar en Regiduría un exhorto conciliatorio de Centro de Justicia Alternativa, que entre otras características es voluntario y confidencial por parte de los mediadores, pero lo hizo “coincidentemente” en presencia de dos reporteros.
“No es una demanda, no es un citatorio de la Procuraduría, es una invitación a la mediación a la que estoy en mi derecho de aceptar o no, pero de eso a pretender litigar en medios, si así lo quieren, habremos de exponer y argumentar lo que la autoridad nos ha dado la razón”
